Jesús les dijo: “Mi alma está llena de una tristeza mortal. Quédense aquí y velen conmigo”. Avanzó unos pasos más, se postró rostro en tierra y comenzó a orar, diciendo: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres tú”. ¿Cuántas veces hemos fallado en reconocer tu agonía, Oh Señor; compartirla contigo, consolarte y orar contigo? Y todavía, en tu gran amor y misericordia, en tu bondad y compasión, en tu asombroso deseo de nuestra salvación; tú te derramaste para satisfacernos, tú soportaste dolor y tristeza increíbles para salvarnos, tú sufriste y moriste para darnos vida – para hacernos otra vez hijos amados del Padre – libres del poder de Satanás, libres de su alcance.  Nos has mostrado amor, Oh Señor.  Misericordia es lo que nos has concedido, Oh Señor.  Paz es lo que nos has dado, Oh Señor. Salvación es lo que has ganado por nosotros, Oh Señor.  Nadie podría jamás merecer tal regalo asombroso y glorioso.  Nadie podría redimirse. Solamente tu tierno amor y divina misericordia podrían sanar nuestras heridas.  Solamente tu tierno amor y divina misericordia podrían haber superado la brecha causada por nuestra desobediencia.  Solamente tu tierno amor y divina misericordia podría habernos sanado y restaurarnos a la gracia de Dios.  Fue en tu dolor, Oh Señor que se llevó nuestro dolor.  Fue tu tristeza, Oh Señor que se llevó nuestra tristeza.  Fue tu sufrimiento, Oh Señor que se llevó nuestro sufrimiento.  Fue tu pena, Oh Señor que se llevó nuestra pena.  Fue tu muerte, Oh Señor que nos dio vida.  No hay amor más grande que este, no expresión de Misericordia que tu Pasión por la humanidad.  Puesto que fue tu muerte, Oh señor que ocasionó que nuestra miseria muriera y a través de tu clemente voluntad que podamos resucitar.  Es gran amor, Oh Señor, misericordia insondable, Clementísimo Salvador, que nos has mostrado, que has ganado para nosotros, que nos has dado.  Gracias por amarnos tanto.  Que tu Pasión permanezca por siempre en nuestros corazones. Padre Iván