“Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.” Conocer al Señor, amarlo y servirle está en el corazón de nuestra fe Católica y de nuestro deber Cristiano, es nuestra salvación. Es simplemente quienes somos y lo que debemos hacer para darnos cuenta más plenamente de nuestra identidad como amados hijos de Dios y para vivir más plenamente nuestro llamado de convertirnos en fieles testigos del amor de Dios, evangelizadores de su Evangelio y misioneros de su misericordia y paz en el mundo y en nuestras familias. Estamos llamados e invitados a profundizar nuestro conocimiento de Dios entendiendo su plan divino y viviendo en su santa voluntad ahora y siempre, hoy y todos los días, en cada pensamiento y en cada acción, en cada oración y en cada inacción. Estamos llamados e invitados a profundizar nuestro amor por Dios a amarlo intencionalmente y libremente con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con todo nuestro cuerpo y con toda nuestra alma. Estamos llamados e invitados a servirle en fe, en gozo y con amor y en ministerio a través de espontáneos actos de amabilidad y obras intencionales de misericordia. Podemos hacer esto al pasar más tiempo de calidad con la sagrada escritura, al entrar más en oración silenciosa, al celebrar más fielmente los Sacramentos del amor infinito y divina misericordia de Dios y al simplemente vivir cada momento, cada acción, cada pensamiento, cada situación, cada conversación de acuerdo al plan divino de Dios y a su santa voluntad. María es ciertamente nuestro humilde modelo a seguir, nuestro fiel ejemplo, nuestra guía espiritual, nuestra Bendita Madre. Ella se abandonó a sí misma, sus pensamientos, su voluntad para vivir de acuerdo al Camino de Dios, a la Palabra de Dios, a la voluntad de Dios. María nos ama, intercede por nosotros, ora incesantemente por nosotros. Tal vez este es un buen tiempo para pedirle en oración a María que te ayude con tu preparación de Adviento para entrar más plenamente al sagrado misterio del santo amor redentor de Dios el Día de Navidad y a través de la Temporada Navideña. Pide a María que pase algo de tiempo tranquilo contigo en silencio y oración. Pide a María la gracia de ayudarte a conocer más íntima y personalmente a Dios como Padre, Hermano, Amigo. Pide a María que te ayude a entender todas las maneras en que Dios te ha bendecido, tu trabajo, tu familia, tu ministerio. Pide a María el valor de conocer el plan de Dios para ti y la fortaleza para rendirte completamente a su santa voluntad al decir desde tu corazón como dijo María, “Hágase en mí según tu palabra.” Padre Iván
Primer Domingo de Adviento