“La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre. y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.” Me encanta compartir la historia del encuentro entre el Papa Francisco y un niño que se acercó al Santo Padre y preguntó: “¿Qué estaba haciendo Dios antes de crear el mundo?” Verdaderamente una pregunta muy profunda. Uno puede pensar en responder diciendo: “Quién sabe. A quién le importa. No existíamos todavía. Nadie estaba ahí.” Pero el Papa francisco teniendo un conocimiento y relación tan íntimos con Dios, dijo una rápida oración al Espíritu Santo y respondió: “Piénsalo de la siguiente manera: antes de crear cualquier cosa, Dios amó. Eso era lo que Dios estaba haciendo: Dios estaba amando.” Qué respuesta tan simplista, aunque hermosa y bien profunda. Dios simplemente es amor. Y Dios continúa amando porque él siempre amará porque eso es que es Dios, amor. Pero entender esta verdad, creer esta realidad, experimentar lo que simplemente es, requiere que tengamos una relación como de niño con Dios como padre, hermano, amigo. Este es un misterio profundo que a veces tenemos dificultad para entender y tal vez incluso dificultad para creer puesto que lo que se requiere es el corazón y fe de un niño. Recuerdo cuando un amigo me pidió que le explicara La Santísima Trinidad en términos simples. Al igual que el Papa Francisco, me encontré orando al Espíritu Santo para recibir orientación y una inspiración rápida. Ven Espíritu Santo, ¡Ayuda! Sí, podría haberle dado una respuesta de libro de texto como: “La Santísima Trinidad es un Dios, pero tres personas distintas. Cada persona es distinta de la otra en su relación, pero cada una de ellas es Dios completo y entero.” Pero eso no fue lo que fue preguntado. Lo que se necesitaba era algo simple y comprensible. Entonces, por la gracia de Dios dije: “¿No eres un padre para tus hijos, un hijo para tus padres y el mejor amigo de tu esposa?” Él respondió: “Sí.” Pregunté: “¿Cómo puedes ser más de una persona?” Continué diciendo: “Tienes una relación única, personal e individual con tus padres, tu esposa y tus hijos, pero eres una sola persona. Al mismo tiempo eres un padre, un hijo y una amigo pero sigues siendo tú. La Santísima Trinidad se busca de la misma manera. Dios es nuestro Padre, Jesús es hermano y el Espíritu Santo es nuestro mejor amigo. Dios es uno, sin embargo, es tres.” ¡Lo entendió! ¡Gracias a Dios! “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.” Padre Iván